Preguntas Frecuentes

Para responder esa pregunta, primero necesita estar claro el concepto de ‘virus’. Se tratan de ácidos nucleicos (ADN o ARN) cubiertos de proteínas. No pueden hacer copias de sí mismos, es decir replicar, si no están dentro de una célula. Algunos (la minoría) pueden asociarse a cuadros de enfermedad, pero muchos son microorganismos comensales (les ayudamos y ellos no nos hacen daño) o mutualistas (nos ayudan y les ayudamos). Prácticamente todos son de tamaño submicroscópico; es decir, miden nanómetros (un nanómetro es una milésima parte de un micrómetro, y un micrómetro es la milésima parte de un milímetro), por lo que no podemos verlos sin utilizar microscopía electrónica. Por eso, fue hasta que se inventó el microscopio electrónico en la década de los 30’s del Siglo XX, que fue posible ver a los virus. Cincuenta años antes de esto, se había logrado filtrar soluciones preparadas de tejido con lesiones de las que no era posible aislar bacterias, y se sabía que había “algo” que era más pequeño que una bacteria y que podía llegar a ocasionar lesiones si se inoculaba en otro organismo sano. Eso significaba que había algo que no podían ver pero que se podía asociar con enfermedad. También vieron, con otros experimentos, que ese “algo” solamente persistía si se exponía a células vivas. Eso fue interesante porque hay bacterias que viven y se reproducen solamente cuando están sobre tejido muerto; pero en este caso no ocurría así. Sin embargo, como dije, solo hasta el primer tercio del Siglo XX se pudieron observar bajo el microscopio. Desde entonces se han perfeccionado los microscopios y hay muchos ejemplos de estudios que han visualizado virus de bacterias, de plantas, de animales, de hongos, y hasta de amibas y ciliados.

Algunas personas han opinado que lo que se observa bajo el microscopio son exosomas. Los exosomas son vesículas hechas de la membrana celular que se desprende de la célula y que contiene hormonas, o ARN o desechos celulares. El problema de creer que todos los virus son realmente exosomas es que no todos los virus son envueltos (es decir, no todos se rodean de una membrana) y los exosomas siempre tienen membrana. Por otro lado, los virus tienen genoma propio, que no se parece, salvo en algunos fragmentos pequeños al genoma del organismo en el que se encuentra. Esto se sabe por las herramientas y técnicas de biología molecular moderna, que permiten identificar las secuencias de los genomas (algo así como identificar de qué libro se trata a partir de los párrafos que contiene). Si está bien hecha, la secuenciación genómica es muy precisa. Así que el hecho de que tengan un genoma independiente y distinto al de los organismos celulares implica, más allá de cualquier duda, que se trata de algo diferente a las células: es un microorganismo en sí mismo. Hay experimentos muy sencillos de hacer para aislar e identificar virus de bacterias, y estos, que pueden ser hechos en cualquier laboratorio de cualquier preparatoria o universidad, demuestran la existencia de estos organismos.

Por supuesto, el que existan virus no es sinónimo de que sean la causa de una enfermedad; algunos se asociarán con enfermedad, siempre y cuando el terreno del individuo que se expuso a ellos, sea propicio para que se dé esa enfermedad.