Estimados miembros de Akasha Comunidad:
La Subsecretaría de Salud del Estado de Querétaro ha anunciado que comenzará la aplicación de la vacuna ‘anti-COVID’ de marca Abdalá a personas de más de 18 años (https://www.excelsior.com.mx/nacional/arranca-jornada-de-vacunacion-contra-covid-en-queretaro/1573868). Específicamente, se ha anunciado que “se estará aplicando el biológico Abdala para primeras, segundas, terceras y hasta cuartas dosis de la vacuna contra covid“, y también anuncia que en breve se trabajará en una estrategia para inocular niños de 5 a 11 años de edad.
Me preocupa y me entristece leer esta noticia por muchos motivos, entre ellos:
1) No existe un solo estudio – ni uno solo – que haya explorado la seguridad (ni la eficacia, si a eso vamos) de este producto en personas que han recibido ya aplicaciones de otras plataformas (como Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Jannsen, Cansino, Sinovac). Además, como dije en el punto 1, no se tiene un solo estudio (ni siquiera registrado como un ensayo clínico) que evalúe qué le ocurre (en términos de eventos adversos, de incremento del riesgo de ADE, y de agotamiento linfocitario, por ejemplo) en personas que ya han recibido 1, 2, 3 o 4 dosis de otros productos ‘anti-COVID’. ¿Exactamente en qué se basan para recomendar y alentar a la población a ir por su nueva inyección? Espero que sea esta información de utilidad para ustedes. Les saludo, Karina AW Publicación original: https://t.me/akashacomunidad/2514
2) Han sido publicados solamente seis (6) artículos que hablan de este producto, y de estos, solamente dos (2) presentan resultados del ensayo clínico (pueden verlo ustedes: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/?term=abdala+AND+covid+AND+vaccine&sort=pubdate). Uno de ellos (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9507841) reportó lo siguiente: “El estudio incluyó a 1,355,638 personas (Edad promedio: 49.5 años [DE: 18.2]; 704,932 mujeres [52.0%]; datos étnicos no disponibles): 1,324,205 vacunados (parcial/total) y 31,433 no vacunados. La [eficacia de la vacuna] EV contra enfermedad severa fue de 93.3% (95% IC: 92.1–94.3) en los parcialmente vacunados y 98.2% (95% IC: 97.9–98.5) en los completamente vacunados, y contra muerte fue de 94.1% (95% IC: 92.5–95.4) en los parcialmente vacunados y de 98.7% (95% ICI: 98.3–99.0) en los completamente vacunados. La EV excedió 92.0% en todos los grupos de edad. Los casos y muertes diarias durante el periodo del estudio correspondieron a una EV superior al 90%, como predijeron los modelos“. Se oye bien eso de superior al 90%, pero no es nada informativo. ¿Por qué? Porque, como he explicado antes, los autores presentan la reducción del riesgo relativo, e ignoran olímpicamente la reducción en el riesgo absoluto – el cual es indispensable para que tanto los médicos como los pacientes puedan tomar sus decisiones informadas y valorando el beneficio. ¡No lo digo yo! Esto se sabe desde hace tiempo, y ha sido un problema mayúsculo el que lo hayan ignorado flagrantemente en toda esta locura pandémica (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7996517, https://ebm.bmj.com/content/27/6/330)… de hecho, lo indica claramente la mismísima FDA: https://www.fda.gov/media/117573/download. Si calculamos la reducción en el riesgo absoluto, es bastante más modesto: es de 2.96%. Es decir, se reduce el riesgo de enfermar gravemente al estar completamente vacunado con ese producto en 2.96% con respecto a quien no está vacunado. Y si nos enfocamos en las muertes, la situación es peor: si vemos las muertes con respecto al total de personas en cada grupo, nos da una reducción de riesgo absoluto de 1.15%, pero si nos enfocamos en las personas que murieron con respecto a los que enfermaron gravemente en cada grupo, la reducción del riesgo absoluto es de -2% (sí, negativo, es decir que los que enfermaron gravemente y no estaban vacunados tenían 2% menos riesgo de morir que los que enfermaron gravemente y estaban vacunados). ¡Vaya protección! ¿Y esto es lo que pretenden inocular en los habitantes del Estado de Querétaro?
3) En cuanto a seguridad de los productos, veamos qué se conoce: hay solamente un (1) estudio publicado (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8994669), en el que se reportan los resultados de los estudios clínicos de fase 1 y fase 2 (no así fase 3) con menos de 800 personas, y estas fueron monitoreadas durante 15 días. Sí, dos semanas de evaluación para que concluyeran que se trata de productos ‘seguros’. ¡Wow! (leer esta última palabra con voz sarcástica, por favor).
Las personas, los ciudadanos del Estado de Querétaro requieren tener este conocimiento, y sus médicos también. Si conociendo esta información, deciden que desean esa vacuna, esa será responsabilidad suya. De la misma manera, es responsabilidad de los médicos recomendarla a sus pacientes ya sabiendo estos hechos, que son comprobables y que, si lo desean, puedo dialogarlos y discutirlos con mucho gusto con los médicos interesados en un foro abierto.