Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Parece que hay una duda recurrente en estas últimas semanas en relación a Dengue, y a las vacunas contra Dengue.
En las clases de Virología (ver enlaces en: https://t.me/akashacomunidad/823) que puse a disposición en línea desde el 2021 expliqué varias cosas sobre estos virus, conocidos genéricamente como flavivirus, y les recomiendo que se den el tiempo de ver las clases, ya que contienen información más detallada que la que aquí puedo compartir (si, de por sí, cuando mis mensajes son de más de 2 secciones, pocos las leen, ¡imaginen lo que pasaría si me explayo aquí a detalle!)
El virus del Dengue pertenece a la familia Flaviviridae (https://viralzone.expasy.org/43?outline=all_by_species), a la que también pertenece el virus asociado a Chikungunya, el Virus asociado a Fiebre Amarilla, y el Zikavirus, entre otros; la mayoría transmitidos por el piquete de un mosquito infectado – una excepción es el virus asociado a Hepatitis C).
El denguevirus se caracteriza por ocasionar, cuando se juntan todos los factores de riesgo del hospedero (el terreno), y el ambiente, cuadros agudos (es decir, de aparición rápida y corta duración) febriles, con dolor muscular y dolor de huesos. La letalidad del Dengue es muy, muy baja – lo que significa que casi nadie muere (y hasta la OMS lo reconoce, así que imagínense lo baja que es: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/dengue-and-severe-dengue). Normalmente, la gente que desarrolla un cuadro de Dengue se siente muy mal (la palabra Dengue, castellanizada del Swahili ki denga pepo, quiere decir afectación repentina con dolor causada por un espíritu maligno; https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3373045, lo que nos da una idea de cómo se siente la gente afectada) pero en una dos semanas casi la totalidad de las personas están vivitas y coleando. Lo mismo pasa con Chikungunya (https://www.ecdc.europa.eu/en/chikungunya/facts/factsheet); por lo general, en personas susceptibles, se dan cuadros febriles auto-limitantes.
Y, entonces, ¿por qué la locura mediática repentina sobre el Dengue en centroamérica, en Paraguay, Brasil y Argentina? (por ejemplo: https://www.cronista.com/clase/trendy/vacaciones-2023-en-brasil-dengue-fiebre-amarilla-y-otras-enfermedades-de-las-que-hay-que-estar-alerta/).
Una explicación a la alerta emitida es tomar en cuenta que aunque el Dengue, Zika o Chikungunya no sean condiciones clínicas asociadas a una alta mortalidad (ni siquiera una moderada), tal vez los casos hayan incrementado dramáticamente. Y si analizamos los datos epidemiológicos vemos que en algunos países sí que hay un incremento notorio de casos de Dengue, pero en la región completa (centro y sudamérica), no. Resulta que es es un comportamiento normal o común que haya oleadas de casos de infecciones por flavivirus en el continente Americano, y los picos de alta incidencia en países de centro y sudamérica son bien conocidos. Vean, por ejemplo, https://reliefweb.int/report/nicaragua/epidemiological-update-dengue-region-americas-28-march-2023. Si observan la figura 1 del Reporte, en 2016 y en 2019 la incidencia fue incluso mayor que esta que está ocasionando la histeria en algunos medios. A nivel de países individuales, sin embargo, pareciera que sí hay algunas tendencias que conviene resaltar, por ejemplo, en Bolivia y en Perú hay muchos más casos que en el 2020 y 2021 (vean las figuras 6 y 7 del reporte).
Ahora bien, es importante considerar también que de los casos de Dengue contabilizados, no todos son confirmados. Eso es porque los signos clínicos y síntomas que se asocian a esta enfermedad (y a las de los demás flavivirus) son muy comunes: malestar general, fiebre, dolor muscular severo, etc. Muchas cosas pueden causar síntomas semejantes.
Tal vez pensarán algunos, ‘bueno, si son condiciones agudas auto-limitantes con tan baja letalidad asociada, entonces ¿por qué la preocupación de las autoridades sanitarias?‘. Es una muy buena pregunta, y la respuesta requiere una comprensión de algunos fenómenos inmunes, específicamente aquel que se conoce como “agravación mediada por anticuerpos” (ADE, por sus siglas en inglés, que he explicado previamente en varios mensajes y seminarios; por ejemplo: https://t.me/akashacomunidad/677, https://t.me/akashacomunidad/927, https://t.me/akashacomunidad/928, https://t.me/akashacomunidad/935, https://t.me/akashacomunidad/1267, https://t.me/akashacomunidad/1268, https://t.me/akashacomunidad/1413).
La ADE es un fenómeno bien conocido para Dengue. Intentaré explicarla aquí brevemente: Hay cuatro serotipos (variantes del virus que difieren únicamente en la proteína de su envoltura que reconocen nuestros anticuerpos y nuestros linfocitos T citotóxicos) DV1, DV2, DV3 y DV4. No es que estos difieran en el cuadro que causan. Todos son, como ya dije, virus que rápidamente podemos eliminar de nuestro sistema porque nuestro sistema inmune innato los reconoce como algo que nada tiene que hacer ahí, y generamos (en 15 a 21 días) anticuerpos protectores y linfocitos T citotóxicos (CD8) específicos. Estos no son los que resuelven el problema; si se fijan, el cuadro de Dengue está resuelto (por las células NK, sobre todo; vean: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6050221/) antes de que lleguemos al máximo de producción de anticuerpos. Estos anticuerpos en realidad nos servirían para futuras infecciones. Pero, en el caso de Dengue no pasa eso, sino todo lo contrario – nos pueden perjudicar. Esto depende de muchas cosas, sobre todo, de variables del paciente, pero de que ocurre, ocurre.
Para entender lo que pasa, vamos a imaginar que nos infectamos con la variante DV2 (o la 1 o la 3 o la 4, da igual). Resolveremos la infección y generaremos anticuerpos específicos contra la variante que nos infectó (vamos a llamarles AcsDV2). Estos circularán unos meses y luego declinarán en la sangre, pero nuestros linfocitos B de memoria que producen AcsDV2 se quedan almacenadas por años (la famosa – pero ignorada misteriosamente por algunos en la pandemia – memoria inmune). Como DV1, DV2, DV3 y DV4 solo difieren en cuanto a esa región “antigénica” (es decir, la que será complementaria a los anticuerpos, como en la analogía de mano y guante que he hecho antes), y la diferencia no es tan grande, entonces los anticuerpos que se generaron contra ese serotipo que nos infectó, serán los mismos que se usen si en el futuro nos infecta otro serotipo. Pero, como verán, ahora el “guante” (AcsDV2) no le queda tan bien a la “mano” (DV1, DV3 o DV4). Eso incrementa las posibilidades de que se exacerbe la infección, en vez de servir para erradicarla. También importa qué cantidad de anticuerpos tenemos. Ambas cosas determinarán el que se agrave la infección. Entonces, lo que debiera haber sido una infección febril aguda auto-limitante se complica; ahora es un cuadro hemorrágico (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1684118220300670). Esto es porque, como parte de esa exacerbación de la infección, se genera daño provocado por nuestras propias respuestas inmunes. Esto es, específicamente, porque cuando ocurre la ADE, se da un exceso en la producción de citoquinas pro-inflamatorias, además de muerte celular de las células del endotelio (pared interna de los vasos sanguíneos). En conjunto, esto provoca el cuadro conocido como “Dengue hemorrágico” (https://link.springer.com/article/10.1007/s12250-016-3855-9).
Lamentablemente, no todos los médicos tienen clara esta patogenia (mecanismo de daño). Hasta he escuchado a algunos médicos que hablan de que “ya llegó la variante del dengue hemorrágico al país“, cuando en realidad no es una variante la que lo causa, sino una respuesta inmune cruzada, donde los anticuerpos producidos durante la primera infección son usados para contrarrestar una segunda infección con otro serotipo del mismo virus. En otras palabras, el dengue hemorrágico no es un cuadro provocado por el virus del dengue en sí mismo, sino por nuestra respuesta inmune hacia él. Como bromeo con mis alumnos de Virología, “si yo fuera abogada del virus del Dengue, diría ‘es culpa de tu cliente, no del mío‘”.
Si la patogenia de la ADE queda clara, entonces comprenderán lo complicado que es el desarrollo de una vacuna “segura y efectiva” contra Dengue. Esto es porque el recibir una vacuna contra Dengue llevaría a la generación de anticuerpos contra el virus, y cuando nos infectemos con otro serotipo, entonces puede pasar la ADE, incrementando el riesgo de que ocurra dengue hemorrágico. Claro, se ha planteado entonces el que la vacuna sea polivalente (que induzca la formación de anticuerpos contra DV1, DV2, DV3 y DV4), pero eso no reduce el riesgo, porque los AcsDV1, AcsDV2, AcsDV3, AcsDV4 podrían “pegar” con serotipos diferentes, es decir, AcsDV1 con DV3, por ejemplo. No podemos controlar esto. Se sabe, y ha ocurrido, pese a la ignorancia (o desidia) de muchos médicos, como el Dr. Miguel O’Ryan quien no parecía saber, en nuestro diálogo de septiembre 2021, sobre los efectos que ocasionó la vacuna Dengvaxia (https://www.scientificamerican.com/article/how-the-worlds-first-dengue-vaccination-drive-ended-in-disaster/). De acuerdo a un reporte interno de Sanofi-Pasteur (quien desarrolló Dengvaxia y fue responsable de los ensayos clínicos en niños de Filipinas), entre los niños de dos a cinco años de edad, los que habían sido vacunados con Dengvaxia tenían siete veces más riesgo de ser hospitalizados por dengue hemorrágico. Esto se ha abordado en varias publicaciones científicas (por ejemplo: https://www.nature.com/articles/nrmicro.2015.2, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7642463/, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8438590/, https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fimmu.2020.01055, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36417290/)
Los desarrolladores de vacunas no parecen haber aprendido la lección (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35930464/), y siguen pujando para que se apruebe una vacuna contra Dengue y se use en los incautos. Hay 137 ensayos clínicos registrados en la página Clinical Trials del gobierno de los Estados Unidos, de los cuales 13 están actualmente activos. Han de estar felices, relamiéndose los bigotes (¿los colmillos?) las farmacéuticas con la reciente aprobación que otorgó el Gobierno de Argentina y Brasil a una vacuna contra el Dengue (https://elpais.com/america-futura/2023-04-28/argentina-aprueba-una-vacuna-contra-el-dengue-en-medio-de-la-epidemia-mas-letal-de-su-historia.html, https://www.takeda.com/newsroom/newsreleases/2023/takedas-qdenga-approved-in-brazil). ¡Caramba! Parece que los asesores en salud de estos países necesitan tomar un curso urgente de inmunobiología (y de ética, si a eso vamos). Al menos, debieran haber leído este artículo que habla de los problemas y baja protección que confiere la vacuna polivalente de virus vivo atenuado, Takeda, contra Dengue: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33788926/).
¿Les pareció muy denso este escrito? ¿Demasiado largo? Sí, definitivamente, comprender procesos biológicos no es, como decimos en México “enchílame otra gorda“. Leer, comprender y llegar a sus propias conclusiones para decidir sobre su propia vida y sobre la de sus hijos pequeños no es algo que pueda hacerse como si se tratara de asar elotes. Ahora bien, si lo que quieren es una versión resumida – muy resumida – digerible y que no los lleve a cuestionar, ahí les va:
Si lo que desea es incrementar el riesgo de que desarrolle dengue hemorrágico, ¡adelante! acuda a Argentina o a Brasil para recibir la vacuna Takeda.
Les saludo, Karina AW
Publicación original:
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