Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Hace cinco días, la OMS, en voz de su Director General, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró terminada la pandemia de COVID-19, e indicó que ya no representa un “riesgo global” (https://news.un.org/en/story/2023/05/1136367).
Se escucha como una buena noticia, y sin duda muchos están celebrando, pero, más allá de la impresión superficial de la misma, no veo mucho motivo de júbilo.
Para empezar, porque me parece triste cómo se han manipulado los hechos, las cifras, la ciencia misma, para poder justificar, hace más de tres años, declarar una pandemia, y ahora, el 5 de mayo de 2023 declararla terminada.
En la página de la OMS, indican lo siguiente: De acuerdo a las estadísticas colectadas desde el inicio de la pandemia, “los casos acumulados en el mundo son 765,222,932, con casi siete millones de muertes: el dato preciso es actualmente de 6,921,614“. El problema es que esos casi 770 millones de casos incluyen millones de casos de personas sanas con pruebas que dieron resultados falsamente positivos, incluyen también a millones de casos de otras enfermedades que eran y son comunes para el humano, como la gripe, como neumonías bacterianas, entre otras, además de enfermedades metabólicas y crónico degenerativas, que, de pronto, pasaron a engrosar las filas de los casos COVID. Y entre esos casi siete millones de muertos, también hay muchos, muchos casos de personas que murieron por otras causas pero que, al tener la prueba positiva, fueron contabilizados como “muertes COVID”. La retórica, torcida, basada en falacias, arbitrariedades y mentiras, no ha cambiado. Se sigue dando como válida la locura del ‘COVID largo’ como si se tratara de un virus con posibilidad de establecer infecciones crónicas o de permanecer en latencia (ningún coronavirus puede), en vez de comprender lo que ha llevado a que tantas personas tengan ahora alteraciones graves en su salud (desde la vida poco sana que han tenido en estos años, hasta las inyecciones anti-COVID que algunos han aceptado como si fueran estampitas de colección). Se sigue dando como válida la estolidez recalcitrante de que, cual chapulín colorado, el salvador de esta pandemia fue la vacunación, cuando no hay evidencia de esto (todo lo contrario, los análisis ecológico-epidemiológicos de los datos de ‘ourworldindata.org‘ muestran que los países más inoculados son los que más casos, más muertes COVID, y más muertes excedentes tuvieron).
No me cabe duda de que, para mucha gente, realmente son estas inoculaciones las que explican el que ‘cada vez mate a menos el virus’, aunque están – olímpicamente – ignorando la evolución misma de un virus que, debido a su forma de transmisión, sufre selección natural hacia las variantes menos virulentas. También parecen ignorar, olímpicamente también, que estos productos ‘anti-COVID’ no frenan la transmisión, así que no, no fueron las inoculaciones las responsables de una baja en el número de casos y de muertes. En inglés, si me permiten la frase soez, se quedaría perfecto decir “it’s evolution, stupid!“.
No, no es motivo de júbilo para mí el que den por terminada una pandemia que nunca fue, al menos no como la dijeron. Que den por terminadas todas las arbitrariedades carentes de sustento científico (quédate en casa, usa cubrebocas, aléjate de tus seres amados, desconfía de todo, muere de miedo cuando te lo digamos, forra todo de plástico, echa desinfectante a todo…) cuando nunca debieron haber ocurrido. Que crean que con una declaración todo lo mentido, todo los crímenes, quedan como “bueno, ya, ya estuvo” es aberrante y denigrante. No. No es motivo de júbilo.
Mucho menos es motivo de júbilo el que, de acuerdo a la OMS, hasta el 30 de abril, 2023, se han aplicado más de 13,300 millones de dosis en el mundo, lo que representa a 5,580 millones de personas que recibieron al menos uno de estos productos, y a 5,130 millones de personas que completaron las dosis iniciales: el 70% de la población mundial recibió estos productos. Dicho sea de paso, mi sincero respeto a la gente dentro del 30% restante, que por los motivos que fueran, dijo ‘no’ a esos productos.
Así que no, no celebro ese pronunciamiento de Tedros Adhanom. La pandemia, me parece, sirvió para implementar cambios que ahora damos por válidos; sirvió para meter una plataforma vacunal – basada en ARNm sintético modificado – en el cuerpo de la gente, y, sobre todo, en la psique: ahora, para muchos, son productos seguros. No lo son. También sirvió para re-definir la censura, para inventarse conceptos cuando lo necesitan (como, por ejemplo, la bestialidad de la “inmunidad híbrida”), para tantas cosas que no debieron haber ocurrido jamás. Tampoco celebro el que la declaración se haya emitido justamente cuando han iniciado, como una avalancha, tantos casos legales de demandas y demás acciones debidas a los efectos adversos de estos productos. No es casualidad.
Recientemente me preguntó una persona si iba a dar por concluidas las actividades de comunicación de la ciencia y transmisión del conocimiento que hacemos en Akasha Comunidad, dado que 1) ya acabó todo, 2) la gente se está saliendo del canal de todas maneras, y 3) a nadie le importa lo que dices ya. Veo la lógica del cuestionamiento, pero no la comparto. No quiero ser pájaro de mal agüero, pero no, no creo que ya haya acabado todo. Cuando lo necesiten, ya están cimentadas las vías para volver a, arbitrariamente, coartar la libertad de todos con un nuevo coco-patógeno o epidemia del terror, y esta tecnología basada en ARNm sintético será usada – a menos de que no lo permitamos – de manera más y más rutinaria. Así que no, no creo que esto haya acabado.
Mientras tenga energía para hacerlo y mientras haya personas interesadas en aprender y agarrar su poder de decisión con conocimiento de forma genuina, seguiré compartiendo información conforme mi tiempo lo permita. Si somos 60,000, si somos 6,000 o somos 60, no importa en realidad. Esto no lo he hecho por popularidad, sino por creer en lo que hago. Al menos sé que he empleado mi tiempo para hacer lo que es congruente con lo que sé, lo que pienso y lo que soy. Y eso, para mí, hace toda la diferencia.
Les mando saludos a todos, Karina AW
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