Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Hoy me encontré con una noticia que me provocó ganas de sacudir a los que aún se niegan a ver y entender lo que está ocurriendo. Si no logramos abrir los ojos, si los comprados no recuperan al menos una micra de ética, si los médicos callados no recuerdan sus juramentos, si los estafermos no se desperezan y actúan, nos va a caer el chahuistle con todo su peso. ¡Ya estuvo bien, caralho!
Me calmo y me explico… resulta que Levi Dewey, un futbolista inglés de 20 años tuvo que ser amputado de ambas piernas. Y nos quieren hacer creer que se debió a un cuadro de “falla orgánica múltiple” provocado por una septicemia por… el virus de la gripe, variante B, también llamado Influenza B y una infección concurrente por la bacteria Pneumococcus (https://www.independent.co.uk/news/uk/home-news/footballer-legs-amputated-flu-symptoms-sepsis-b2273331.html). Se los escribo y me vuelvo a enojar.
Por supuesto que puede haber cuadros de coagulopatía secundarios a septicemias, y por supuesto que hay bacterias, como Pneumococcus, que pueden estar involucrados en estas patologías. Pero… para empezar, suelen estar asociados a estados de inmunosupresión celular (como después de una extirpación del bazo, por ejemplo). De hecho, desde 1980 hasta la fecha, se han publicado solamente 27 artículos – casos clínicos en su mayoría – sobre el tema, y es infrecuente que se dé en personas sanas, como presumiblemente lo era un chico de 20 años. Por otro lado no hay un solo estudio publicado que reporte un caso de trombosis vascular que lleve a amputación de extremidades asociado al virus de la Influenza. Me repito: ¡No existe un solo artículo en los casi 100 años de registros científicos y médicos que se encuentran en PubMed! Nada, cero, res, ezer ez, nothing, zilch, rien, ništa. En cambio, existen ya reportes, en escasos dos años desde que inició la salvajada de las inoculaciones COVID, sobre púrpura hemorrágica, isquemia y otras coagulopatías severas en personas inoculadas (por ejemplo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34890294, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34033367, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35132672). Presumiblemente, Levi Dewey estaba inoculado (dado que hubo tal presión para recibir las inoculaciones en Reino Unido, en particular si querían jugar deportes, y porque trabajaba en John Sport Center Academy, donde era probable que se lo pidieran, http://www.johnportspencer.com/news/covid-update-from-mrs-squire). ¿Cómo es posible que ni siquiera se plantee que pudiera ser responsable, directa o indirectamente, la inoculación COVID en lo que es un evento trágico que ha cambiado la vida de esta persona? No estoy diciendo que la causa de su padecimiento haya sido la inoculación COVID, pero es tremendamente irresponsable y carente de profesionalismo adjudicar la causa a un virus que jamás ha ocasionado ese padecimiento, y a una bacteria que muy infrecuentemente lo ocasiona, y no en gente sana. ¿Cuál, exactamente, es la ciencia en la que se basan los médicos del Siglo XXI?
¡Ya estuvo bien, caralho!
Karina AW