Las inoculaciones pueden ocasionar vasculitis cutánea

Así que, semejante a mi mensaje de ayer (https://t.me/akashacomunidad/2455, https://t.me/akashacomunidad/2456, https://t.me/akashacomunidad/2457) en el que, a pesar de haberlo ignorado durante tanto tiempo, finalmente anuncian que las inoculaciones COVID-19 pueden ocasionar tinnitus, ahora se trata del ‘anuncio’ de que las inoculaciones pueden ocasionar vasculitis cutánea (ver: https://www.cronista.com/informacion-gral/alerta-vacunas-covid-hallaron-un-nuevo-efecto-secundario-provocado-por-las-dosis-de-astrazeneca-y-pfizer/, https://www.elfinanciero.com.mx/salud/2023/01/24/vasculitis-cutanea-nueva-reaccion-a-vacuna-covid-que-es-y-cuales-son-sus-sintomas/, https://www.heraldo.es/noticias/salud/2023/01/24/que-es-vasculitis-cutanea-efecto-secundario-vacuna-pfizer-covid-1626574.html, https://www.ondacero.es/noticias/sociedad/que-vasculitis-cutanea-otro-efecto-secundario-vacunas-covid-detectado-sanidad_2023012463cfdcd1f0501d00013d795c.html y un gran etcétera de noticias que son prácticamente ‘copy-paste’ una de la otra).

Hago un paréntesis virtual para explicar lo que es la vasculitis cutánea. Literalmente, significa inflamación de los vasos sanguíneos que irrigan la piel. El daño a la pared interna de los vasos sanguíneos de pequeño y mediano calibre que irrigan la piel ocasiona lesiones visibles como púrpura, petequias (puntitos hemorrágicos) y ulceras. ¿Sus causas? Generalmente, inmunopatologías – es decir, daño provocado por respuestas inmunes exacerbadas y no moduladas, que pueden ocurrir, por ejemplo, después de algunas infecciones virales, o durante procesos autoinmunes, auto inflamatorios o alérgicos. ¿Su relación con las inoculaciones COVID-19? Supongo que la mayoría de los que han leído los escritos aquí compartidos no tendría problema alguno en responder, inmediatamente y con seguridad: “Su relación es porque esos productos generan inflamación sostenida y desregulada además de daño endotelial y procesos de coagulopatías” (palabras más, palabras menos), y eso significa que no solamente están asociadas con vasculitis cutánea, sino con muchas otras presentaciones clínicas asociadas precisamente con la inflamación sostenida y desregulada además de daño endotelial y procesos de coagulopatías, que pueden afectar virtualmente cualquier órgano o tejido. Uno pensaría que los expertos de los ministerios de sanidad de todos los países sabrían esto (a menos de que en una de esas, resulte que los veterinarios estamos mejor formados que los médicos).

Saliendo del paréntesis virtual, me da gusto que, de acuerdo a la noticia, el Ministerio de Sanidad Español (específicamente, la Agencia Española del Medicamento) en su 19 informe https://www.aemps.gob.es/informa/19o-informe-de-farmacovigilancia-sobre-vacunascovid-19/) haya considerado pertinente finalmente reconocer que estos productos pueden ocasionar vasculitis cutánea, aunque no puedo evitar preguntarme en qué consiste exactamente la evidencia que esperan juntar antes de alertar al público (la mayoría ya inoculado) sobre estos eventos adversos, sobre todo considerando que antes de su anuncio, se habían publicado entre finales de 2020 y todo el 2021, 84 publicaciones científicas que mencionaban reportes de caso y revisiones de los casos de vasculitis cutánea en inoculados con estos productos. Tan solo en 2022 se publicaron 152 estudios y reportes de caso sobre el tema, y en lo que va de 2023 se han publicado 22 estudios. Los 209 estudios publicados al día de hoy, 17 de febrero, 2023, incluyen algunos escritos en español (digo, en caso de que su pretexto sea que no leen publicaciones en otro idioma), como el reporte de caso de 2021 escrito por Gázquez Aguilera y colaboradores (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8590491/pdf/main.pdf). y otro por García-Blanco y colaboradores (https://www.elsevier.es/es-revista-piel-formacion-continuada-dermatologia-21-pdf-S0213925122001381). Muchos de estos estudios los compartí aquí desde mediados de 2021.

Ahora bien, 209 estudios no significan que 209 personas que sufrieron de vasculitis cutánea. ¡No! El número de inoculados que sufrieron vasculitis de la piel es enorme. ¿Cómo lo sé? Porque lo indican los mismísimos datos de los sistemas de monitoreo de eventos adversos post-inoculación. Por ejemplo, en VAERS (el sistema de monitoreo de los Estados Unidos, se han registraron 5,442 reportes de vasculitis cutánea tomando en cuenta los reportes desde 1990 a la fecha, y para más de 90 vacunas diferentes (incluyendo las inoculaciones ‘anti-COVID’). Si solo buscamos los reportes registrados para estas inoculaciones ‘anti-COVID’ resulta que son 3,197 reportes. Es decir, que en dos años y dos meses, estos (primera alerta de sarcasmo) milagrosos productos han sido asociados al 60% de las reacciones de vasculitis cutánea reportadas desde la historia de VAERS. Y si hacemos la corrección por mes, el escenario es apabullante: las (segunda alerta de sarcasmo) maravillosas inyecciones anti-COVID se asocian a 123 reportes de vasculitis cutánea por mes, mientras que todas las vacunas tradicionales juntas se asocian a 6 reportes de vasculitis cutánea por mes. ¡Apabullante! Sobre todo porque estos datos estaban ahí, a vista de todo aquel que quiere buscarlos. ¿Cómo es que las agencias reguladoras y de salud de los diversos países han tenido que esperar 26 meses para alertar sobre este fenómeno de afectación a la salud?

Parece broma que pasado tanto tiempo, con tanta gente ya inoculada de productos que no impiden la infección, que no detienen la transmisión y que no reducen la morbilidad asociada al COVID sino que la aumentan, además de ocasionar sin fin de problemas de salud, ahora las agencias reguladoras y sanitarias acepten, gota a gota, que eso que muchos artículos científicos y el conocimiento sobre el tema trataba a toda cosa de alertar (y que los medios se encargaron de desmentir). Parece broma, pero no lo es.

Les saludo, y espero que esta información les sea de utilidad. Karina AW

Publicación original: https://t.me/akashacomunidad/2459