Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Hace unas horas, compartí aquí una entrega en tres partes (https://t.me/akashacomunidad/2598, https://t.me/akashacomunidad/2599, https://t.me/akashacomunidad/2530) en la que intenté explicar lo que significan los resultados de un estudio reciente en el que utilizan exosomas de la leche de vaca para poder administrar vía intestinal ARNm sintético a ratones, con el fin de inducir respuestas inmunes.
Me comenta el equipo de trabajo que algunas personas en la comunidad han expresado su confusión, ya que he compartido antes estudios que demuestran que puede encontrarse ARNm sintético de las inyecciones de Pfizer en la leche materna de mujeres inoculadas (ver https://t.me/akashacomunidad/2030, https://t.me/akashacomunidad/2031, https://t.me/akashacomunidad/2032, https://t.me/akashacomunidad/2033). No es ninguna contradicción. El estudio de Zhang y colaboradores que mencioné hace unas horas utiliza exosomas comúnmente presentes en la leche de vaca para poder acoplar dentro de ellos moléculas de ARNm sintético, y luego de inyectarlos en el intestino de los ratones, vieron que generaban anticuerpos contra los péptidos (fragmentos de proteínas) RBD de Spike-SARS-CoV-2.
En el otro estudio que compartí aquí el 27 de septiembre de 2022, lo que hicieron fue buscar la presencia de ARNm sintético de Pfizer en la leche (no así en el intestino de los bebés lactantes). Eso, como expliqué en mi mensaje del 27 de septiembre, se sabía que podía ocurrir. Las glándulas mamarias son muy irrigadas, y es fácil que pueda transmitir hacia el bebé lactante infinidad de moléculas. Sabemos que el ARNm sintético rodeado de nanolípidos es sumamente estable, lo que hace que pueda transmitirse por esta vía.
No conozco un solo estudio que haya evaluado si se puede encontrar ARNm sintético viable en el intestino de bebés (por motivos evidentes, sería una práctica deleznable y carente de ética hacer un estudio así), pero sabemos que cuentan los bebés recién nacidos con enzimas gástricas, aunque la cantidad de estas, la permeabilidad de la mucosa y el pH gástrico es diferente al de los adultos (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3528963/). Así que, con base en la evidencia científica, no podemos saber si los bebés podrían ser inoculados por esa vía, aunque, bajo el principio precautorio, sería mejor errar en el sentido de que es mejor evitar ese riesgo.
Además, recuerden que esas inoculaciones ‘anti-COVID’ no tienen solamente ARNm sintético. Tienen nanolípidos como PEG y polisorbato 80, que son altamente alergénicos, además de otros compuestos no declarados (de los cuales he hablado ya anteriormente en mensajes diversos), así que, de nuevo, bajo el principio precautorio de la medicina (y, francamente, bajo el sentido común), no sería nada recomendable exponer a un bebé a la leche materna de inoculadas (en realidad, lo que no parece ser nada recomendable es la inoculación de madres gestantes y lactantes). Evitando esto, se evita ese riesgo particular a los bebés, que no tienen riesgo epidemiológico más allá de contados casos y que necesitan que se les permita madurar a su sistema inmune en paz y sin sobreestimulación monoantigénica y nanotecnología.
Espero que esto ayude a aclarar esas dudas. Como dije hace unas horas, en los siguientes días abordaré, a profundidad (y con la sonrisa en la boca del alma porque ahora sí, “estamos en el territorio de una veterinaria”, así que ni los dentistas más recalcitrantes podrán usar ese argumento para intentar callar lo que aquí se dice) más sobre las inyecciones de ARNm sintético en animales de consumo.
Saludos, Karina AW
Publicación original: https://t.me/akashacomunidad/2604