Estimados miembros de Akasha Comunidad:

Quiero compartir con ustedes esta información que, junto con la evidencia de que las inoculaciones anti-COVID de ARNm sintético contienen plásmidos, me parece de las cosas más importantes que he visto este año.

Se trata de un testimonio, presentado como entrevista por parte del programa MOAR. La abogada Liz Gunn es la entrevistadora y quien presenta los datos es un hombre, de pseudónimo ‘Winston Smith’, quien trabajó como curador de datos para el Gobierno de Nueva Zelanda. Yo ví el vídeo hace dos días y me pareció fortísimo. Pedí a mi equipo que lo subtitularan, pero afortunadamente otros ya lo habían hecho. Agradezco al canal Vida y Conciencia (https://t.me/bycpoornamidamg) por haberlo hecho, y comparto con ustedes el enlace a dicho vídeo: https://odysee.com/@akashacomunidad:0/AC20231130:d

No es trivial lo que presenta W.S. En Nueva Zelanda, hay evidencia de que 1 de cada cuatro inoculados con el producto de ARNm sintético de Pfizer ha muerto. Uno de cada cuatro. Piensen en lo que eso significa: Uno de cada cuatro neozelandeses inoculados con esta tecnología ya no está más con nosotros.

Antes de que digan ‘pero, eso no está pasando en mi núcleo familiar’, es menester que recordemos que no todos los países utilizaron solamente Pfizer. Nueva Zelanda utilizó casi sin excepción este producto (https://covid19.govt.nz/covid-19-vaccines/covid-19-vaccine-facts-and-advice/covid-19-vaccines-used-in-new-zealand/). También sabemos que no son iguales todos los lotes. Así que, por favor, no minimicemos lo que está ocurriendo en Nueva Zelanda solo porque su propia experiencia es diferente.

Comprendo y comparto el dolor de W.S. Necesitamos más personas con esa valentía, con esa empatía, si queremos que este genocidio termine y haya consecuencias para los que lo han ideado, planeado, ejecutado y promovido.

Espero que lo encuentren útil, indignante y que reafirme en ustedes la sacralidad y la necesidad de respetar y proteger la vida.

Les saludo,

Karina AW

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